MIS COMUNIDADES DE PRÁCTICA

¿Quién soy y qué me mueve? ¿Qué me apasiona desde pequeña? ¿Cómo me llevo eso hasta aquí? ¿Por qué hago lo que hago?

El fin de esta entrada al blog es que me conozcáis un poco más, sentiros más cercanos a mí, por lo que, lo que pretendo hacer es; por un lado enseñaros que son las comunidades de práctica y por otro, dentro de cuales he crecido yo.

Comunidad de práctica es un término que introducen Etienne Wenger y Jean Lave en 1991 en su libro "Situated learning: Legitimated Peripheral Participation"

Pero, ¿Qué significan comunidades de práctica?

Una comunidad de práctica es un grupo de individuos que comparten un interés común en un área de conocimiento o habilidad específica, y aprenden y colaboran juntos de manera regular. Los miembros de estas comunidades se unen a compartir ideas, mejores prácticas, lecciones aprendidas y aportar soluciones a problemas comunes (Panel Sistemas, 2023).

Bueno, pero ¿Qué relación tiene esto con mi vida?

Bien, quería contaros las comunidades de práctica a las que he pertenecido desde que tengo uso de la razón.

En primer lugar, de muy pequeña, quizá cuando tenía 4-5 años, me apunté en mi colegio a baile junto con unas compañeras de clase, en un principio me parecía que estaba bien, pero al final me cansé y pronto lo abandoné.

Cabe recalcar que las comunidades de práctica no tienen por qué durar mucho tiempo o que se mantenga activo, algunas de las cosas que se han de compartir para que si sea una comunidad de práctica son las siguientes:

- Interés compartido: Tanto mis compañeras como yo teníamos interés en aprender a cerca del baile, por lo que esta regla si la cumple. 👌

- Interacción: Aprendes haciendo, participando activamente en clase. Otra regla que se cumple 👌

- Desarrollo de habilidades: Se adquieren habilidades y conocimientos sobre el baile 👌

Por lo que, al cumplir los 3 requisitos, podemos decir que sí, esa fue mi primera comunidad de práctica.

Al llegar a 1º de primaria, decidí probar otra comunidad de práctica, el baloncesto. Me apunté en un equipo de mi colegio, que aunque no me llegó a gustar mucho en esa época, en 2020 tras la pandemia, cambie de equipo a uno de mi ciudad y ahí sí me gustó y me lo pasaba genial.

Este deporte cuando llego Bachillerato y la EVAU me ayudó a lidiar con el estrés y despejarme.

Sin embargo, si tuviera que elegir el año donde más lo disfruté sería sin duda cuando estaba en 4º ESO y 1º de Bachillerato, puesto que, además de aprender cada vez más, también me llevo amistades muy valiosas.

Lave y Wenger, según Reyes Angona (20259 argumentan que aprender es un proceso que va más allá de la adquisición individual de conocimientos o habilidades. Implica, fundamentalmente, un viaje: pasar de ser novato a experto. Y esa trayectoria o evolución está condicionada por lo que en esa comunidad significa aprender, y por el reconocimiento que otros te dan. Poco a poco el novato empieza a ser considerado alguien más relevante dentro de esa comunidad,, alguien que tiene más poder para influir en las decisiones que se toman, conocer mejor la historia de esa comunidad...

Personalmente, justo lo que dijeron fue exactamente lo que sentí en aquel entonces, sentirme parte de una comunidad, puesto que, en resumen, una comunidad de práctica transforma tu identidad: pasa de ser alguien que quiere ser como esos miembros a ser alguien que ya es como ellos/as.

Mi vida se ha centrado tanto en esta comunidad de práctica que no ha dejado espacio para muchas más, realmente es la que, hasta ahora, ha sido la más importante y querida en mi vida, sobre todo por como me ha cambiado como persona.

Ya sé que he dicho que esa es la más importante y que no he tenido muchas más, pero si bien es cierto que me acabo de acordar de una más a la que he pertenecido recientemente. Desde el 19 de febrero de 2025, tanto yo como cuatro amigos de clase decidimos apuntarnos a uno de los talleres que el SOU propuso, "El yoga como herramienta de desarrollo personal y recurso educativo, curso 2024/2025"

En este curso, 10 personas de cualquier grado o doble grado de la facultad de Educación podía acceder al curso, junto con alumnos del programa ACCEDE.

Cada miércoles, desde el 19 de febrero hasta el 9 de abril de 2025, asistíamos a clase de Yoga, una actividad que jamás había realizado antes pero que siempre me había generado curiosidad, y que, tras el paso de las sesiones, aprendí muchas cosas que, a pesar de que el curso haya finalizado, sigo poniendo en práctica cuando me apetece.